Esta parte es adicionalmente totalmente nueva, ya que el tema comenzó en el Capítulo 6 de la estructura en realidad. Aquí hablo de "featuritis", las progresiones que se nos imponen a través del desarrollo de nuevos avances y la calificación entre un desarrollo estable y radical.
Todo el mundo necesita un desarrollo extremo, sin embargo, en la actualidad, la mayoría de los avances extremos se quedan cortos y, a pesar de que tienen éxito, pueden pasar varias décadas antes de que se reconozcan. La innovación radical, de esta manera, es moderadamente infrecuente: el avance gradual es normal.
Los métodos del plan centrado en el ser humano son adecuados para el avance progresivo: no pueden provocar desarrollos radicales. La parte termina con los diálogos de los patrones que vendrán, el destino final de los libros, los compromisos éticos del plan y el ascenso de poco, hazlo sin los creadores de ayuda que estén comenzando a alterar la manera en que se imaginan los pensamientos. y traído al centro comercial: "el ascenso de lo pequeño", lo llamo.
Sinopsis Con la progresión del tiempo, la ciencia del cerebro de los individuos sigue siendo el equivalente, sin embargo, los dispositivos y elementos en el planeta cambian. Las sociedades cambian.
FIGURA 1.1. Cafetera para masoquistas. El artesano francés Jacques Carelman en su disposición de libros introuvables Catalogue d'objets (Catálogo de artículos curables) ofrece ejemplos asombrosos de cosas normales que son intencionalmente incapaces de trabajar, locas o, en general, no están bien enmarcadas. Una de mis cosas preferidas es lo que él llama "cafetera para masoquistas".
La foto muestra un duplicado que me dieron colegas de la Universidad de California en San Diego. Es uno de mis preciados objetos de mano de obra. (Foto de Aymin Shamma para el creador.)
El plan de la entrada debe mostrar cómo funciona sin necesidad de signos, positivamente sin necesidad de experimentación.
Un compañero me hizo saber el momento en que quedó atrapado en la entrada de una estación de correo en una ciudad europea.
El pasillo era una línea dominante de seis entradas de vidrio que se abatían, perseguidas rápidamente por una segunda columna, indistinguible. Ese es un plan estándar: disminuye la corriente de viento y de esta manera mantiene la temperatura interior de la estructura. No había equipos notorios: claramente las entradas podían girar en cada dirección: cada uno de los individuos que debían hacer era empujar el lado de la entrada y entrar.
Mi compañero empujó en una de las entradas externas. Se giró hacia el interior, y entró en la estructura. En ese momento, antes de que pudiera llegar a la siguiente línea de entradas, estuvo ocupado y se dio la vuelta por un momento.
No lo entendió en ese momento, sin embargo, se había movido un poco hacia un lado. Así que cuando se acercó y lo empujó, no ocurrió nada. "Caramba", pensó, "debe estar atornillado". Así que empujó el lado de la entrada contigua. Nada. Perplejo, mi compañero eligió salir una vez más. Se retorció y empujó contra el lado de una entrada. Nada. Empujó la entrada vecina. Nada.
La entrada en la que había entrado recientemente nunca volvió a funcionar. Giró una vez más e intentó dentro de las entradas una vez más. Nada. Preocupación, en ese punto frenesí suave. ¡El fue atrapado! Simplemente en ese punto, una reunión de individuos en el lado opuesto de la entrada (según lo correcto para mi compañero) fue fácilmente a través de los dos arreglos de las entradas. Mi compañero se apresuró a seguir su camino.
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